VUDÚ HAITIANO. ORIGEN, CONTEXTO Y PODER

ORIGEN DEL VUDÚ

El vudú tiene su origen en la cultura colonial.

A finales del siglo XVIII, en la isla de Haití, que llevaba cientos de años dedicándose al cultivo de azúcar, la sociedad se repartía en amos y esclavos, siendo el número de los segundos muy superior al de los primeros. Fruto de la tensión social que existía, un grupo de esclavos comandados por un tal Boukman y una sacerdotisa mulata, se sublevaron.  Con el fin de asegurar el éxito de la revolución —cuyo objetivo era acabar con todos los esclavistas blancos de la isla—, celebraron una ceremonia que consistía en sacrificar un cerdo negro y que quienes formaran parte del movimiento bebieran su sangre. A raíz de este hecho, tras una década y media de guerras civiles constantes, Haití logró su independencia en 1804 y se convirtió en la primera república negra independiente del mundo, con una población íntegramente descendiente de esclavos negros de África subsahariana.

Fruto de todo ese tumulto, la sociedad se fue construyendo sobre muchos estigmas como: ser descendientes de esclavos, la feroz rivalidad entre clases, los intentos fallidos de evangelización y demás. Además, el origen de las familias de los habitantes de la isla se repartía en tres zonas africanas que, hoy en día, corresponderían con Sudán, la zona entre Costa de Marfil y Nigeria y, por último, la zona entre Camerún y Angola.

VUDÚ. FORMA RELIGIOSA

La mezcla de todas esas culturas plantó la semilla de lo que terminaría siendo el vudú, una forma religiosa muy ecléctica, pero con un denominador común: el contacto con las fuerzas de la naturaleza, la divinización de los ancestros y la percepción de los vivos y los muertos unidos en un todo familiar, solidario y continuo.

Una particularidad importante del vudú es que, más que una religión, podría definirse como una visión del mundo, la vida y la verdad, puesto que comprende todos los aspectos de la realidad como una combinación de fuerzas y energías. El vudú no divide lo divino y lo profano, lo religioso y no religioso o lo espiritual de lo material; en el vudú todo forma parte del mundo y la realidad.

Otra particularidad destacable es el fuerte culto a los muertos que el vudú heredó de todas las culturas africanas.

De cara a interpretar el concepto de «familia» o de concebir la vida o cualquier liturgia en general, los ancestros juegan un papel capital. Además, el ser una sociedad fundamentada en la esclavitud, hizo percibir la muerte como un nuevo principio más que como un final: ya fuera de forma etérea o material, el esclavo que moría volvía a su cultura y a ser quien fuera antes de ser esclavo. Por eso el vudú adoptó un cariz tan especial a la hora de interpretar la muerte y el culto a los fallecidos.

HECHIZOS BASADOS EN EL VUDÚ

Como he mencionado en el artículo, el vudú concibe todo lo que forma parte de la existencia como una única red de energías naturales interconectada. Ahí reside la fuerza de estas prácticas: a través de ciertos elementos pueden lograrse objetivos que, desde un punto de vista occidental, no guardan ninguna relación entre sí.

La fuerza está en la fe y en la confianza, en sentir esa relación con el mundo y con todo lo que lo compone, para pedirle ayuda y que esa energía se confabule a nuestro favor.


Aquí os dejo un ejemplo de ritual basado en el vudú haitiano que tengo en mi canal de YouTube. ¡Así podréis comprobar por vosotros mismos todo lo que os he comentado aquí!

Fuente:

GIMENO, Joan. 2010. El vudú haitiano: una cuestión de Estado (1804-1987). ISSN 1695-5161. http://www.cccb.org/rcs_gene/gimeno.pdf